Sunday, October 28, 2007

Dramatización Biblíca. Domingo 28 de Octubre 2007





La comparación del fariseo y el publicano Lc. 18, 9-14
Domingo 30 durante el año (ciclo C) - 28/10/2007
por Enzo Giustozzi y Marcelo A. Murúa .



Dios conoce el corazón del humilde
No es justo ante Dios el que desprecia a los otros
Relator - Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás.
La oración es un espejo del corazón de una persona
Jesús - Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera:
Fariseo - Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.»
Relator - Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
Juez - Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador
Dios ve el interior del corazón
Jesús - Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Guía para la utilización del guión con jóvenes y adultos

1•• Realizar la dramatización. La escena es cortita y sencilla, pero muy apta para la representación. Realizar la selección de los personajes (relator, Jesús, fariseo y publicano) y no olvidar un par de prácticas previas. Para hacer más atractiva la dramatización se puede trabajar en dos planos. En un lugar el relator y Jesús, y más lejos el fariseo y el publicano, quienes pueden acompañar sus breves palabras con gestos o mímica. Los títulos de cada escena se pueden leer o no.
2•• Organizar a los participantes en grupos de tres o cuatro personas. El animador introduce y ubica el texto. En los grupitos, conversar informalmente, durante cinco minutos, a partir de la pregunta:
- ¿Qué palabras/hechos del relato me impactaron (o recuerdo) más? ¿Por qué?
3•• El animador/catequista/sacerdote que está coordinando el trabajo grupal propone estas otras consignas a los grupos:
- Entre todos los participantes del grupo reconstruir el texto (volver a contarlo, intentando recuperar todos los detalles)
- ¿Quiénes son los personajes de la parábola que cuenta Jesús?
- ¿Cómo era la situación de las publicanos en los tiempos de Jesús?
- ¿Qué actitud señala Jesús en cada uno de los personajes? ¿Podemos recordar algún pasaje bíblico a partir de las palabras del publicano? (se puede leer el salmo 50).
- ¿Cómo valora Dios a cada uno?
- Relacionar la parábola con la intención de Jesús, enunciada en la primera frase del evangelio leído (si es necesario releer la frase).
- ¿Qué nos enseña el relato?
4•• El animador invita a poner en común la reflexión de cada grupo. Centrar la reflexión en descubrir que Dios valora la sencillez y humildad que nacen del corazón.
5•• El animador invita a cada participante a decir en voz alta algo que se haya aprendido en este relato:
- Apliquemos a nuestra vida cotidiana el mensaje del texto.
6•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Dios conoce nuestro interior, conoce más allá de nuestras palabras y gestos exteriores.
- Señor de la Vida, ten piedad...

7•• Oración final.

Señor de la Vida,ten piedad.Tú no rechazasun corazón arrepentidoporque sabes ver el interior de cada persona.Acompáñame,guía mis pasos,para que pueda volver a tus caminosy a disfrutar la alegría de tu mirada.
- Que así sea -
Marcelo A. Murúa

Guía para la utilización del guión con niños .

1•• Realizar la dramatización.
2•• Reconstruir el relato, con los niños, a partir de las preguntas:
- ¿Qué acabamos de escuchar? ¿Qué enseña Jesús en este relato?
3•• Centrar la reflexión en aprender que Dios quiere personas sencillas, humildes de corazón.
- ¿Qué nos cuenta Jesús en la parábola? ¿Quiénes son los personajes? ¿Cómo actúa cada uno de ellos?
- ¿A quién valora más Dios? ¿Por qué?
- ¿Cuándo nos parecemos al fariseo de la parábola? ¿y al publicano?
- ¿Qué aprendemos en este relato?
El animador invita a poner en común la reflexión de cada uno de los niños. Va animando para que hablen en voz alta, a medida que los niños comparten sus respuestas los va orientando para aprender a valorar la sencillez y humildad. Intentar orientar hacia propuestas concretas.
4•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- A Dios le gustan las personas sencillas de corazón.
- Padre Dios, danos un corazón humilde…
5•• Al terminar podemos repartir entre los niños esta pequeña oración que habremos fotocopiado previamente.
Padre Dios,danos un corazón humilde,que no se fije en los errores de los demássino que aprenda a cambiarlos errores del propio interiorDanos un corazón sencillo,que esté lleno de tu compasión y amor.
- Que así sea -
Marcelo A. Murúa