Tuesday, January 29, 2008

ORACIÓN SIMBÓLICA. Spe Salvi. Benedicto XVI 2008




Orar con la "Spe Salvi"

Según iba leyendo la nueva Encíclica de Benedicto XVI me iba dando cuenta de la cantidad de frases prácticas y aplicables en mi vida; al hacerme consciente de ello, di marcha atrás y con un rotulador fluorescente me dediqué a subrayar todo lo que me llamaba la atención –que no era poco-. Fue una forma de hacer hincapié y hacer más fácil su lectura, pues al releerla, los ojos se me iban directamente a lo que consideraba más importante, por lo menos para mí.
Uno de los párrafos subrayados es el que hace mención a los lugares de aprendizaje: “La oración como escuela de la esperanza”. Comienza el nº 32: “Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar-, El puede ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad…; el que reza nunca está totalmente solo.”

¡Es precioso este texto! Cuando nadie me escucha, Dios me escucha, cuando nadie me puede ayuda, El me ayuda.
Si de verdad pensáramos que esto es cierto, que lo que nos dice el Santo Padre Benedicto XVI es real y se cumple en nuestras vidas, seríamos más felices y nuestra esperanza no se apagaría con las dificultades. Esperanza no en las cosas caducas, sino en lo que nos espera “después”.
La esperanza en el “aquí y ahora” es buena y necesaria para mantenernos vivos y con ilusión, y para ir alcanzando metas y superar obstáculos, pero la esperanza que debemos alimentar para el “después” es la que nos hace superar los grandes y graves problemas de esta vida. Frente a los días oscuros y sin salida que todo/as tenemos, el contacto con Dios en el silencio de la oración y la certeza de que nos escucha es un bálsamo reparador para nuestras heridas. Cuando se nos llenan los ojos de lágrimas como único desahogo de nuestro cuerpo, nuestra alma necesita el consuelo de Dios. El es el que puede confortar nuestro interior y saciar nuestra sed de infinito, pero entiendo que esto es algo que hay que experimentar. Para las personas que no están acostumbradas a orar o rezar, (que no es lo mismo orar que rezar) seguro que les sueña a chino, pero insisto, es tan hermoso sentir que Alguien nos escucha, nos quiere, se preocupa de nosotro/as, nos da esa paz que nadie puede dar, que al experimentarlo se tiene la certeza de la Presencia Amorosa de nuestro Padre Dios.
Ayer recibimos en mi comunidad una carta pidiendo oraciones por un niño que se debate entre la vida y la muerte; la carta decía textualmente: “Sé que sólo acudimos a Dios en extrema necesidad, pero ahora prometo rezar más”. Nos quedamos todas las hermanas un tanto perplejas con la carta, pero comentando que ciertamente a Dios lo queremos exclusivamente para “casos extremos”. Aunque esté mal decirlo, muchas personas se convierten en buenos cristianos después de una gran sufrimiento o cuando ven cerradas todas las puertas. ; también está la otra cara de la moneda, los que mucho rezan y ante el sufrimiento exclaman: ¿por qué me trata Dios así, y me hace sufrir...? ¡con todo lo que yo rezo! O los que dicen: “va a conseguir Dios que pierda la fe…”. Frases como éstas y otras parecidas las he escuchado últimamente en los pasillos de urgencias del hospital. En las largas esperas de hospital se tiene tiempo para todo, y yo aproveché para hacer mi reflexión personal y meditar todo lo que le escuchaba a la gente. En ocasiones las personas se acercan a la monja buscando consuelo o alguna palabra de aliento, pero a veces una se queda sin palabras porque no sabe que contestar ante tanto sufrimiento. Yo me preguntaba: ¿Dónde está el secreto de la aceptación? ¿Por qué a mí me cuesta menos esa aceptación, o me tomo las cosas con más paciencia y autodominio? ¿es Dios quien me da esa fuerza? ¡sí! Me he acostumbrado a asumir mi sufrimiento personal o el de mis seres queridos, con la certeza de que Dios sabe sacar bienes de los males, y que El, desde otra perspectiva ve las cosas con otros ojos. El sufrimiento es el mismo, pero mi actitud no; no me revelo, pero si me dan ganas de hacerlo, mi respuesta siempre es la misma: “Tú sabrás por qué lo has permitido”. Confianza plena y total. El Padre lo sabe todo, lo conoce todo, lo penetra todo. Y sólo quiere mi bien.
¡¡¡Esperanza a pleno rendimiento!!!.
El modo apropiado de orar es un proceso de purificación interior que nos hace capaces para Dios, y precisamente por eso, capaces también para los demás. (Spe Salvi, 33)
Os recomiendo la lectura de los números 32, 33 y 34 de la Encíclica.


LOS PRIMEROS DISCÍPULOS. dramatización Biblíca 2008



El llamado a los primeros discípulos Mt. 4, 12-23
Domingo 3 durante el año (ciclo A) - 27/1/2008
por Enzo Giustozzi y Marcelo A. Murúa


Síganme y yo los haré pescadores de hombres.
Cuando encarcelan a Juan Jesús inicia su vida de predicación
Relator - Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea. No se quedó en Nazaret, sino que fue a vivir a Cafarnaún, a orillas del lago, en la frontera entre Zabulón y Neftalí.Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, en el camino hacia el mar, a la otra orilla del Jordán, Galilea, tierra de paganos, escuchen:La gente que vivía en la oscuridad ha visto una luz muy grande; una luz ha brillado para los que viven en lugares de sombras de muerte.Desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca.»
A orillas del lago de Galilea llama a sus primeros discípulos
Relator - Mientras Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al mar. Jesús los llamó:Jesús - Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.Relator - Al instante dejaron las redes y lo siguieron. Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago, hijo de Zebedeo, con su hermano Juan; estaban con su padre en la barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús comienza a anunciar el Reino enseñando y sanando
Relator - Jesús empezó a recorrer toda la Galilea; enseñaba en las sinagogas de los judíos, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba en el pueblo todas las dolencias y enfermedades.

Guía para la utilización del guión con jóvenes y adultos


1•• Realizar la dramatización. El texto presenta dos escenas muy conocidas y significativas. Realizar la selección de los personajes (en este caso relator, pescadores, Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Zebedeo y Jesús) y no olvidar un par de prácticas previas. Los títulos de cada escena se pueden leer o no.
2•• Organizar a los participantes en grupos de tres o cuatro personas. El animador introduce y ubica el texto. En los grupitos, conversar informalmente, durante cinco minutos, a partir de la pregunta:
- ¿Qué palabras/situaciones del relato me impactaron (o recuerdo) más? ¿Por qué?
3•• El animador/catequista/sacerdote que está coordinando el trabajo grupal propone estas otras consignas a los grupos:
- Entre todos los participantes del grupo reconstruir el texto (volver a contarlo, intentando recuperar todos los detalles)
- ¿Que palabras proféticas de Isaías recuerda el evangelista?
- ¿Cómo comienza Jesús su predicación? ¿Adónde se dirige? ¿Qué realiza?
- ¿A quiénes llama para ser sus discipulos? ¿Qué actitud de los discípulos destaca el texto en ambos llamados?
- Jesús recorre Galilea anunciando el Reino a través de dos acciones principales, ¿cuáles son? Intentar recordar escenas bíblicas asociadas a estas dos acciones (“enseñar y sanar”)
- ¿Qué aprendemos en este relato?
4•• El animador invita a poner en común la reflexión de cada grupo. Centrar la reflexión en aprender que Jesús llama para que vivamos como discípulos. ¿Qué significa ser discípulo de Jesús, “pescador de hombres” en nuestros días?
5•• El animador invita a cada participante a decir en voz alta algo que se haya aprendido en este relato:
- Apliquemos a nuestra vida cotidiana el mensaje del texto.
6•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Jesús llama a vivir un camino de discipulado y misión.
- Jesús, queremos vivir como discípulos misioneros…


7•• Oración final.


Jesús,queremos vivir comodiscípulos misioneros.Escuchar tu llamadoy dejarlo todo para seguirte.tener en el centro de la vidael Reino y el servicio a los demás.Danos un corazón de discípulopara seguir tu caminocon fidelidad y alegría.
- Que así sea -
Marcelo A. Murúa


Guía para la utilización del guión con niños.


1•• Realizar la dramatización.
2•• Reconstruir el relato, con los niños, a partir de las preguntas:
- ¿Qué acabamos de escuchar? ¿Quiénes son los protagonistas del relato?
3•• Centrar la reflexión en aprender que Jesús nos llama para que vivamos como discípulos misioneros. - ¿Cuándo empieza Jesús a predicar el Reino? ¿Qué había sucedido con Juan Bautista?- ¿Adónde va Jesús? ¿Qué hace? ¿A quiénes llama?- ¿Qué actividad hacían los primeros discípulos? ¿Cómo responden al llamado de Jesús?- ¿Cuando Jesús empieza a recorrer Galilea predicando, qué dos acciones realiza? Recordar ejemplos de escenas bíblicas en las que Jesús enseñe o cure.- ¿Qué aprendemos de este relato?
El animador invita a poner en común la reflexión de cada uno de los niños. Va animando para que hablen en voz alta, a medida que los niños comparten sus respuestas los va orientando para aprender que Jesús nos invita a ser sus discípulos misioneros. Intentar orientar hacia propuestas concretas. ¿Cómo puedo ser discípulo de Jesús? ¿Adónde puedo anunciarlo?
4•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Jesús nos llama a ser discípulos misioneros para seguir su camino.
- Buen Jesús, aquí estoy para seguir tus pasos…
5•• Al terminar podemos repartir entre los niños esta pequeña oración que habremos fotocopiado previamente.
ORACIÓN

Buen Jesús aquí estoy para seguir tus pasos. Gracias por llamarme por mi nombre,por tenerme en cuenta y valorarme.Estoy decidido a vivir como Tú,por eso necesito tu ayuda y compañía.¡Quiero ser tu discípulo,quiero anunciarte y ayudar a los demás como Tu!
- Que así sea -
Marcelo A. Murúa

EL TESTIMONIO DE JUAN BAUTISTA. Dramatización Biblíca 2008



DRAMATIZACIÓN DEL TEXTO BÍBLICO


El testimonio de Juan el Bautista Jn. 1, 29-34


Domingo 2 durante el año (ciclo A) - 20/1/2008
Autoría : por Enzo Giustozzi y Marcelo A. Murúa

Declaro que éste es el Elegido de Dios.
La misión de Juan era preparar el camino de Jesús
Relator - Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: Juan - Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo. De él yo hablaba al decir: Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo. Yo no lo conocía, pero mi bautismo con agua y mi venida misma eran para él, para que se diera a conocer a Israel.
Juan es testigo y anuncia a Jesús
Relator - Y Juan dio este testimonio: Juan - He visto al Espíritu bajar del cielo como una paloma y quedarse sobre él. Yo no lo conocía, pero Aquel que me envió a bautizar con agua, me dijo también: Verás al Espíritu bajar sobre aquél que ha de bautizar con el Espíritu Santo, y se quedará en él. Sí, yo lo he visto; y declaro que éste es el Elegido de Dios.

Guía para la utilización del guión con jóvenes y adultos


1•• Realizar la dramatización. El texto presenta el encuentro de Juan y Jesús, y el testimonio de Juan en un monólogo breve que recuerda el momento del bautismo. Los personajes son Juan el Bautista y Jesús. Los títulos de cada escena se pueden leer o no.
2•• Organizar a los participantes en grupos de tres o cuatro personas. El animador introduce y ubica el texto. En los grupitos, conversar informalmente, durante cinco minutos, a partir de la pregunta:
- ¿Qué palabras/situaciones del relato me impactaron (o recuerdo) más? ¿Por qué?
3•• El animador/catequista/sacerdote que está coordinando el trabajo grupal propone estas otras consignas a los grupos:
- Entre todos los participantes del grupo reconstruir el texto (volver a contarlo, intentando recuperar todos los detalles)
- ¿Cómo presenta Juan a Jesús? ¿Con qué nombre lo llama?
- ¿Qué testimonio da sobre Jesús? ¿Qué sucedió en el bautismo de Jesús?
- ¿Qué aprendemos en este relato?
4•• El animador invita a poner en común la reflexión de cada grupo. Centrar la reflexión en aprender a dar testimonio de Jesús a partir de la propia experiencia de encuentro con El, como hace Juan. ¿Quién es Jesús para tí, en tu vida? ¿Adónde dar testimonio de su presencia?
5•• El animador invita a cada participante a decir en voz alta algo que se haya aprendido en este relato:
- Apliquemos a nuestra vida cotidiana el mensaje del texto.
6•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Juan ha conocido a Jesús y por eso da testimonio de El.
- Señor, danos la valentía de Juan Bautista para anunciarte…


7•• Oración final.


Señor, danos la valentíade Juan Bautista para anunciarte.Muéstranos tu rostroy ayúdanos a conocerte,para poder transmitir a todosla experiencia personalde encuentro con el Dios de la Vida.
- Que así sea -


Marcelo A. Murúa


Guía para la utilización del guión con niños.


1•• Realizar la dramatización.
2•• Reconstruir el relato, con los niños, a partir de las preguntas:
- ¿Qué acabamos de escuchar? ¿Quiénes son los protagonistas del relato?
3•• Centrar la reflexión en aprender como Juan Bautista da testimonio de Jesús porque lo conoce.
- ¿Quiénes se encuentran?
- ¿Qué palabras proclama Juan?
- ¿Qué dice de sí mismo? ¿Qué dice de Jesús?- ¿Qué aprendemos de este relato?
El animador invita a poner en común la reflexión de cada uno de los niños. Va animando para que hablen en voz alta, a medida que los niños comparten sus respuestas los va orientando para aprender que Juan ha conocido a Jesús, se ha encontrado con El y por eso lo puede anunciar a los demás. Intentar orientar hacia propuestas concretas. ¿Quién es Jesús para tu vida?
4•• El animador propone un momento de oración compartida para terminar el trabajo.
- Juan Bautista anuncia a Jesús y da testimonio de El.
- Amigo Jesús, ayúdanos a ser como Juan…
5•• Al terminar podemos repartir entre los niños esta pequeña oración que habremos fotocopiado previamente.


ORACIÓN


Amigo Jesúsenséñanos a ser como Juan.El te conocióy descubrió en Tíal Dios Buenoque camina a nuestro lado.Por eso lo anuncióCon valentía hasta dar la vida.¡Queremos conocerte Señor,para anunciarte todos los días!
- Que así sea -


Autoría : Marcelo A. Murúa